FERIAS AMERICANAS, ENTRE LO VIRTUAL Y LO PRESENCIAL
Las ferias americanas online son espacios virtuales de encuentro, en donde la ropa usada se expone ante una cámara para que quienes deseen darle una segunda oportunidad lo puedan hacer a un bajo costo.
Por Luz Andrada
La venta por redes sociales, ya sea a través de grupos en facebook o whatsapp, historias en instagram e incluso apps como Renova tu vestidor vienen teniendo un crecimiento gigante desde la pandemia. El periodo de cuarentena fue un espacio también de descubrimientos digitales, en este caso, el de las ferias virtuales.
Actualmente estas ferias permiten tanto a vendedores como a compradores poder conectarse para adquirir ese producto, algunas veces usado a un menor costo, otras veces objetos nuevos.
Una opción sustentable
Por el uso de tintes y fibras sintéticas, la industria textil es una de las más contaminantes. El denominado fast fashion es una moda que impone y descarta tendencias de forma acelerada, logrando así presionar a quienes están inmersos en la industria de la moda a descartar la ropa o acumularla incluso habiendo usado en pocas oportunidades las prendas. En ese contexto las ferias constituyen una nueva perspectiva sobre la moda, con artículos en buen estado a pesar de ser usados, a un menor costo y generando consciencia (directa o indirectamente) acerca de la industria textil.
A su vez, este tipo de ferias dan la posibilidad de encontrar prendas o artículos originales, novedosos e incluso vintage a un bajo costo, dándole una segunda oportunidad a objetos que estuvieron guardados. En contraposición con un negocio de ropa, se puede encontrar variedad de talles, sin caer en el talle único.

Una oportunidad de ingreso
En este tipo de ferias virtuales, los precios y productos son variados. Pueden ser desde ropa o calzados, así como también artículos para el hogar, muebles, electrodomésticos, etc. En cuanto al precio, también se pueden encontrar diferencias contra un local de ropa nueva o un bazar.
Las personas que se dedican a este trabajo también buscan la manera de que lo que vendan sea a precio popular y les genere ganancia. “Empecé en la época de la pandemia, por necesidad y escasez de trabajo para poder sustentar la economía en mi casa. Tiene un buen ingreso, para sumar a la casa, pero hasta ahí” nos comentó Silvia Ramirez, que se define como emprendedora de este rubro.
Desde su Facebook personal realiza videos en vivo que comparte en los grupos del barrio, para poder vender la ropa que ella compra a otras emprendedoras e incluso iglesias. “Yo vendo ropa usada más que nada, porque para vender ropa nueva necesitas un buen promedio de venta. La ropa la consigo en buen estado obviamente”.

Mayormente pactan un día y horario para realizar este vivo, etiquetan las prendas con un código particular y le ponen el precio de venta. A medida que van mostrando las prendas, las personas conectadas al otro lado de la pantalla, en los comentarios van pidiendo las prendas con el código que les corresponde. Luego de esto, se define otro día, horario y lugar de encuentro para hacer la entrega de los pedidos.
“Es un trabajo en donde vos mismo te administras los horarios. Aparte de la necesidad económica, me gusta hacer el vivo y me encanta el diálogo virtual con las colegas del rubro y con las clientas que compran” indica Silvia.
En tiempos como los que transitamos, es necesario encontrar, difundir y compartir los emprendimientos, para darnos una mano entre todos. No dudes en acercarte a ferias americanas, en las plazas y barrios, en locales físicos o buscarlos en redes sociales.
Agradecemos a Silvia Ramirez por su aporte a este artículo y pueden ingresar a su Facebook personal para sumarse a sus vivos de ropa.